Asociación con Jesús
Pedro y Andrés fueron de los primeros elegidos por Jesús para ser sus íntimos seguidores. A partir de entonces Pedro acompañó a Jesús a todas partes. Jesús dio a Pedro el nombre añadido de Cefas, un apelativo arameo que significa «roca». Se tradujo al griego como Petros (del griego petra, «roca») y se convirtió en el latín Petrus y en el inglés Peter. Los Evangelios difieren en cuanto al momento en que Jesús le confirió este nombre.
A lo largo de la vida pública de Jesús, Pedro es representado en los Evangelios como el portavoz y el principal miembro de los seguidores de Jesús. Es el primero que se nombra en todas las listas que se dan de estos seguidores y estuvo presente con unos pocos privilegiados en ocasiones especiales: cuando Jesús devolvió la vida a la hija de Jairo; cuando Jesús tuvo una comunicación especial con Moisés y Elías en el monte Tabor; y en el huerto de Getsemaní la noche anterior a la muerte de Jesús. Pedro fue el primero de los Apóstoles que vio a Jesús después de su resurrección de entre los muertos.
Jesús, según el Evangelio, le dio a Pedro encargos especiales, como pagar el tributo o impuesto a las autoridades en nombre de Jesús y su grupo. Jesús también dijo que construiría su nueva organización sobre el liderazgo de Pedro (Mateo 16:17-19) y le encomendó a sus seguidores y creyentes (Juan 21:15-19). Muchos comentaristas han puesto en duda los textos que atribuyen este papel especial a Pedro, pero es cierto que los Evangelios presentan así a Pedro como el líder elegido.
El mismo carácter se asigna a Pedro en los Hechos de los Apóstoles y en las pocas referencias que encontramos en las cartas de Pablo. Pablo fue a Jerusalén para ver a Pedro y ser aprobado por él. Unos 14 años más tarde, parece que Pedro encabezó la evangelización cristiana de los judíos, a diferencia de Pablo, que predicaba a los gentiles, y de Santiago, que era obispo de Jerusalén.
En los primeros días tras la muerte de Jesús, Pedro es presentado en los Hechos de nuevo como el líder de los seguidores de Jesús. El Sanedrín judío lo trató como el líder, y predicó el primer llamamiento masivo a los jerosolimitanos sobre Jesús. También dirigió la vida económica de la comunidad cristiana y decidió quiénes serían admitidos en ella. Hacia el año 49, cuando los cristianos se enfrentaron a su primera decisión importante -si admitir o no a los no judíos en su grupo- fue Pedro quien recibió la guía de Dios y tomó una decisión positiva aceptada por todos los demás seguidores de Jesús presentes. Que había una diferencia de opinión respecto a asuntos doctrinales entre él y Pablo está fuera de toda duda. Pablo, además, le reprochó a Pedro cierta falta de sinceridad e incluso se manifestó independiente de Pedro.
Se nos habla de varios viajes misioneros que Pedro emprendió para predicar sobre Jesús. Finalmente fue encarcelado por Herodes y liberado milagrosamente por un ángel. Entonces «partió y se fue a otro lugar» (Hechos 12:17). Después de 49, no tenemos ningún registro directo en los Hechos sobre Pedro, y tenemos que confiar en el testimonio externo.