S. heros nacen de huevos. Los ciempiés inmaduros se conocen como ninfas. A medida que crecen y maduran, como todos los artrópodos, mudan su exoesqueleto. Cada vez que mudan entran en una nueva etapa de su ciclo vital llamada instar. Durante estas etapas de crecimiento tienden a crecer más patas, comenzando con alrededor de 10 patas y creciendo hasta 18 o más después de cada muda sucesiva. Estos artrópodos pueden vivir hasta 5 años e incluso más dependiendo de las condiciones ambientales.
Veneno
El veneno de S. heros es similar al de otras especies de Scolopendra, aunque mucho más potente que el de otras especies, incluyendo componentes como serotonina, histamina, lípidos, proteínas (incluyendo proteínas cardiotóxicas y enzimas como la fosfolipasa A hemolítica) y otras sustancias. Se sabe que la mezcla actúa como una citolisina, comprometiendo las membranas celulares y rompiendo las células. El veneno de S. heros también contiene toxinas dirigidas a sus presas: una toxina adormece el sistema nervioso de los insectos, incapacitándolos para percibir o escapar, mientras que otra toxina interfiere con el sistema nervioso autónomo de los vertebrados para hacer que los pequeños vertebrados sean más fáciles de someter y devorar. Los efectos exactos y la composición del veneno no se han evaluado a fondo, en parte porque es difícil de extraer en cantidades significativas y se deteriora rápidamente cuando se procesa.
Las mordeduras de S. heros son muy dolorosas para los vertebrados. Una rata mordida por S. heros en la pata mostró signos de un dolor insoportable, seguido de agujetas, pero volvió a la normalidad al cabo de cinco horas. En el caso de los seres humanos, la mordedura de S. heros suele provocar un dolor agudo, punzante y local, así como hinchazón, pero nunca ha causado ninguna muerte confirmada. Se sabe que las picaduras de S. heros causan ocasionalmente náuseas, dolor de cabeza y necrosis cutánea localizada. Sin embargo, hay casos individuales de síntomas y lesiones graves (incluida la insuficiencia renal debido a la rabdomiólisis, y el ataque al corazón) en los seres humanos como resultado de las mordeduras de Scolopendra.