No nos lavaríamos con tierra y esperaríamos estar limpios. Tampoco nos golpearíamos la cabeza contra una pared en un intento de curar un dolor de cabeza. Entonces, ¿por qué invertimos en relaciones que agotan nuestra energía y autoestima? La autora de bestsellers y reconocida psicoanalista junguiana Clarissa Pinkola Estes ofrece un consejo «duro pero cierto»: «Cualquiera que no apoye tu arte, tu vida, no merece tu tiempo»
Sigue diferenciando a las personas de las que proporcionan consuelo frente a las que nutren. Confortar es como decir palabras tranquilizadoras a una planta en un armario. Nutrir es sacar la planta del armario, ponerla a la luz del sol adecuada, alimentarla, regarla y decirle palabras tranquilizadoras. Aunque parece un consejo obvio para la crianza de los hijos, la autora subraya que necesitamos estas relaciones de crianza en todos los ámbitos de nuestra vida: amistades, romántico, trabajo, aficiones, etc.
A veces las personas se sienten solas y se conforman con relaciones que sólo les proporcionan comodidad. Temen o no creen que las relaciones enriquecedoras sean posibles. O cumplen el papel de nutrir esperando recibir lo mismo a cambio, pero no es recíproco. Tal vez la persona es incapaz de nutrir o simplemente da por sentado al otro.
Las señales de que no estás recibiendo la nutrición que necesitas incluyen:
- Sentirse exhausto y agotado cuando está con la otra persona
- Esconderte y/o evitar a la otra persona
- No poder compartir detalles íntimos sobre la vida y los sueños
- Falta de confianza y/o sentirse seguro
- Compromisos no cumplidos por usted ni por la otra persona
- Desconexión básica en la filosofía y los principios sobre la vida
- Tensión constante o lucha
- Incapacidad de reparar después del conflicto
- Falta de empatía mutua
- Declive de la salud y/o disminución del autocuidado de sí mismo
- Falta de tiempo de calidad y de interacciones de calidad
- No se hace ningún esfuerzo por comprender verdaderamente la perspectiva del otro
Si estás realizando un inventario mental de tus relaciones en este momento y estás descubriendo una grave carencia de personas nutricias en tu vida, empieza por nutrir tu propia alma primero. Piensa en tus sueños interiores y únete a una iglesia, club y/o toma una clase que apoye tus intereses creativos, como la fotografía, la escultura, el tejido, la pintura, la escritura, la actuación, el fitness o la danza. Seguro que conocerás a otras personas de ideas afines y cuanto más inviertas en ellas (por ejemplo, cuanto más sol, agua y abono recibas), más fuerte te harás. En el amor, sé valiente y no te conformes. Cuando llegue la persona adecuada, tu corazón se expandirá como una palmera gigante bañándose al sol después de una buena y larga lluvia.