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¿Qué es el terciopelo de ciervo?
La cornamenta del ciervo es la única estructura ósea de los mamíferos que se regenera completamente cada año. El terciopelo de la cornamenta del ciervo es la epidermis que recubre la estructura interna del hueso y el cartílago en crecimiento, que se convierte en cornamenta. Este tejido crece cada primavera en los machos de alce y ciervo norteamericanos, y debe ser eliminado por un veterinario o un ganadero certificado. Se ha informado de la ética, incluido el uso de anestésicos locales, y de los procedimientos de extracción del terciopelo de la cornamenta. Una vez extraído el terciopelo del ciervo, se recoge y luego se congela o seca antes de su fabricación en diversas formas «medicinales», como polvos, extractos, tés, cápsulas y comprimidos. Cada parte del terciopelo de alce contiene distintos compuestos, pero el terciopelo de la cornamenta de ciervo contiene las mayores concentraciones de los que se consideran beneficiosos. (La cornamenta también se vende en rodajas). El calentamiento durante el procesamiento puede reducir o destruir los supuestos efectos beneficiosos del terciopelo de asta. Se han descrito varios métodos de preparación, incluyendo la liofilización y los métodos sin calor.
Nombre(s) científico(s)
Terciopelo de asta de las especies Cervus nippon, Cervus elaphus, Cervi parvum.
Nombre(s) común(es)
El terciopelo de ciervo también se conoce como asta de terciopelo, Cornu cervi parvum, y lu rong (cuerno joven peludo).
¿Para qué se utiliza?
Usos tradicionales/etnobotánicos
La palabra cornamenta deriva del latín Anteoculae, que significa «delante de los ojos». La cornamenta está presente en casi todos los miembros de la familia de los cérvidos Cervidae. La primera evidencia documentada del terciopelo de ciervo como medicamento se encontró en un pergamino recuperado de una tumba en Hunan, China, que data de hace 2000 años. El uso de la cornamenta se remonta a la dinastía Han, entre el 206 a.C. y el 220 d.C. Un texto médico del siglo XVI, Pen Ts’ao Kang Mu, enumera varios preparados de cornamenta, como píldoras, tinturas y ungüentos. En la medicina tradicional china, el cuerno de terciopelo se ha utilizado durante más de 2000 años como tónico, para mejorar la salud de los huesos, nutrir la sangre, reducir la hinchazón y tratar la impotencia. Las investigaciones posteriores sobre la cornamenta de ciervo se remontan a los años 80 en Rusia. Desde entonces se han publicado cientos de artículos, incluidos los documentados por científicos chinos, coreanos y japoneses.
En la medicina china, el terciopelo de ciervo se ha utilizado para tratar la impotencia, los trastornos femeninos, los problemas urinarios, las dolencias de la piel y la debilidad de las rodillas. También se emplea como tónico en niños con problemas de aprendizaje o crecimiento insuficiente. Los coreanos utilizan el terciopelo de cornamenta para tratar la anemia y la impotencia y para estimular el sistema inmunológico, tratar la impotencia, mejorar la función cardíaca, el tono muscular, la eficiencia pulmonar y la función nerviosa.
Usos diversos
La cornamenta de ciervo contiene condroitín sulfato, un compuesto que puede ayudar a tratar la artritis. Las prostaglandinas, también presentes en la cornamenta de terciopelo, son conocidas por sus efectos antiinflamatorios. Otras acciones de valor terapéutico son la estimulación inmunitaria, los efectos antienvejecimiento, protectores y rejuvenecedores, y los efectos beneficiosos en la sangre y la circulación. La investigación no revela datos clínicos en este momento con respecto a los beneficios terapéuticos de la cornamenta de ciervo.
¿Cuál es la dosis recomendada?
Un estudio reciente utilizó de 2 a 6 cápsulas que contenían 215 mg de terciopelo de ciervo por día.
Contraindicaciones
Las contraindicaciones aún no han sido identificadas.
Embarazo/Lactancia
Se carece de información sobre la seguridad y eficacia en el embarazo y la lactancia.
Interacciones
Ninguna bien documentada.
Efectos secundarios
La caquexia crónica puede estar presente en los productos de cornamenta.
Toxicología
Los estudios de toxicidad del polvo de cornamenta de ciervo en ratas no demostraron mortalidad ni efectos adversos a corto plazo.