En términos de herencia, y siguiendo esta clasificación, las recetas que determinan las características o rasgos para cada persona se dividen en características AUTOSÓMICAS, si están contenidas en los primeros 22 conjuntos de cromosomas.
Y características VINCULADAS AL SEXO, si forman parte del conjunto 23. Dentro de este grupo, sólo trabajaremos con aquellas recetas o rasgos que dependen del cromosoma «X», ya que este cromosoma es compartido por igual por los cromosomas sexuales del hombre y de la mujer. Al hablar de estas recetas, nos referiremos a ellas como rasgos o caracteres ligados al cromosoma X.
Por el contrario, los rasgos que dependen del cromosoma «Y» sólo se transmiten de varón a varón, y no serán tratados aquí.
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Todo este conjunto de características o rasgos pueden manifestarse o expresarse de forma dominante, recesiva, codominante o intermedia.
Los términos «dominante y recesivo» significan que recibimos la información de una receta dos veces, información del padre e información de la madre, ya que cada uno de ellos aporta un elemento de cada conjunto de sus cromosomas. Entonces, y dependiendo de cómo se manifieste o exprese la información contenida en esas recetas, podemos encontrarnos con cuatro escenarios diferentes:
- Dominante
- Recesivo
- Co-dominante
- Intermedia
Un carácter o rasgo DOMINANTE es cuando sólo se expresa una de las dos recetas, ya sea la de la madre o la del padre, dominando una sobre la otra
Cuando ambas recetas son idénticas y están presentes dos veces se llaman caracteres o rasgos RECESIVOS
Y, dado que ninguna domina a la otra ya que ambas llevan el mismo contenido, el rasgo SÍ se expresará. En este caso, «pelo rubio».
Cuando ambas recetas se expresan al mismo tiempo con la misma intensidad
Se llaman CO-CARACTERES DOMINANTES, como en el tipo de sangre AB.
Cuando ambas recetas se expresan al mismo tiempo pero el carácter o rasgo resultante es una expresión intermedia de ambas, porque ninguno domina sobre el otro;
Se dice que estos caracteres presentan una DOMINANCIA INCOMPLETA O PARCIAL, por ejemplo si cruzamos flores blancas con flores rojas, los descendientes tendrán flores rosas. Las flores rosas son el resultado de la mezcla de ambos pigmentos.
¿Y quieres saber cómo se descubrió este tipo de herencia?
Fue Gregorio Mendel, un monje agustino austriaco nacido en 1822, quien, mientras cultivaba guisantes en su jardín, descubrió las leyes que llevan su apellido y que constituyen la piedra angular de la ciencia genética. Mendel cruzó tipos puros de guisantes que diferían en uno o más rasgos definidos. Mendel siguió durante al menos dos generaciones la progenie de estos cruces de plantas.
En el año 1866 ya había publicado los resultados de los experimentos que delineaban la mayoría de los principios básicos de la genética clásica. Sin embargo, en aquella época, el mundo aún no estaba preparado para prestar atención a la gran obra de Mendel. Sus descubrimientos no fueron reconocidos hasta mucho después de su muerte.
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