¿Qué es el tramadol?
El tramadol es un medicamento que los veterinarios suelen dispensar para controlar el dolor en los perros. Los médicos también recetan frecuentemente tramadol para los dolores humanos, y es uno de los pocos analgésicos humanos que es seguro administrar a los perros bajo la dirección de un veterinario.
Científicamente hablando, el tramadol es un miembro de la familia de los opioides, lo que significa que altera la transmisión y la percepción del dolor en los seres humanos y los animales. Además, el tramadol inhibe la recaptación de norepinefrina y serotonina en el cerebro del perro, lo que aumenta el nivel de estas sustancias químicas en el torrente sanguíneo, y crea esa sensación de euforia y bienestar que a veces experimentan los pacientes humanos.
¿Para qué se utiliza el tramadol en medicina veterinaria?
Como la mayoría de los opioides, el tramadol se utiliza para tratar el dolor. El Manual Veterinario Merck recomienda el uso de tramadol para tratar «el dolor agudo y crónico de intensidad moderada a severa», lo que podría significar cualquier cosa, desde ayudar a su perro a recuperarse de una cirugía o como una forma de ayudar a manejar el dolor asociado con la osteoartritis cuando se toma con otros medicamentos.
Su veterinario podría prescribir tramadol si su perro tiene alguna de las siguientes causas de dolor:
- Osteoartritis
- Enfermedad del disco intervertebral no quirúrgico
- Cáncer
- Lamidez
- Dolor postoperatorio
- Dolor general por una lesión u otra afección
- Ansiedad
- Tos
- Mielopatía degenerativa canina (enfermedad progresiva de la médula espinal)
- Vómitos
- Náuseas
- Pérdida de apetito
- Estreñimiento
- Diarrea
- Somnolencia
- Ansiedad
- Mareos
- Temblores
- Depresión respiratoria
- Alargamiento
- Vómitos
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Temblores
- Sueño
- Convulsiones
- Balbuceo excesivo
- Sequía
- Sedación
- Agitación
- Pupilas dilatadas
- Ataxia (movimiento incontrolable)
- Pérdida de conocimiento
- Coma
- Perros que toman inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), como el fármaco selegilina, utilizado para tratar la disfunción cognitiva canina y el hiperadrenocorticismo dependiente de la hipófisis (enfermedad de Cushing)
- Perros que toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina, la sertralina, la paroxetina y la fluvoxamina
- Perros con un historial de convulsiones recientes
- Perras embarazadas o en periodo de lactancia
- Perros con enfermedad hepática o renal
Otros usos incluyen el tratamiento de:
Tramadol no tiene las propiedades antiinflamatorias asociadas a los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). No trata la causa subyacente del dolor. En cambio, altera la forma en que el cuerpo percibe el dolor, proporcionando al paciente cierto alivio. Como resultado, a menudo se utiliza junto con otro fármaco, como el AINE carprofeno (Rimadyl), o como una estrategia adicional de manejo del dolor para las condiciones crónicas.
Efectos secundarios del tramadol en perros
Como la mayoría de los medicamentos, el tramadol tiene efectos secundarios. La mayoría de los perros toleran bien el tramadol, siempre que se sigan correctamente las instrucciones de dosificación, pero hay algunas reacciones adversas que debe conocer.
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Estas reacciones varían en gravedad, pero vaya a lo seguro y llame a su veterinario si su perro experimenta alguno de estos efectos secundarios del tramadol.
Sobredosis de Tramadol en perros
Las reacciones adversas no son lo único de lo que deben preocuparse los propietarios cuando se trata de medicamentos. Las sobredosis ocurren. A veces los perros se meten en cosas que no deberían, como la medicación, o los cuidadores de mascotas bien intencionados o los miembros de la familia dan accidentalmente a los perros una dosis más alta que la prescrita. Estas reacciones son graves. Estos son los síntomas de una sobredosis de tramadol que debes tener en cuenta:
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Si nota alguno de estos síntomas, deje de administrar tramadol y llame a su veterinario inmediatamente.
Dosis de tramadol para perros
El tramadol requiere una receta médica y es una sustancia controlada de clase 4. La única manera de conseguir tramadol para su perro es una receta de su veterinario. Por muy tentador que sea darle a su perro una píldora de una receta de tramadol para humanos, recuerde que las dosis para los perros difieren mucho de las de los humanos, y dar a su perro tramadol fuera de la guía de un veterinario podría resultar en una sobredosis de tramadol.
Los propietarios nunca deben intentar calcular la dosis de tramadol para sus perros sin la ayuda de un veterinario. Los veterinarios calculan las dosis de tramadol en función del peso, pero también tienen en cuenta otros componentes de la salud de su perro, como las enfermedades preexistentes y los valores hepáticos, y la causa del dolor en sí. La dosis para el dolor crónico, por ejemplo, podría ser diferente de la dosis utilizada para tratar el dolor agudo.
¿Qué perros no deben tomar tramadol?
La mayoría de los medicamentos tienen contraindicaciones, interacciones farmacológicas y restricciones de seguridad. Aunque el tramadol es relativamente seguro, hay algunas excepciones.
Los efectos del tramadol sobre la captación de serotonina hacen que algunos perros deban evitar el tramadol a menos que un veterinario indique lo contrario, ya que puede dar lugar a interacciones farmacológicas. El tramadol también puede pasar de una madre a sus cachorros, y ha habido casos de tramadol que aumentan la actividad convulsiva en perros con condiciones preexistentes.
Pregunte a su veterinario si el tramadol es adecuado para su perro, si éste cumple los siguientes criterios:
El tramadol puede ayudar a controlar los niveles de dolor de tu perro y mejorar su calidad de vida. Ahora que ya sabes un poco más sobre el tramadol para perros, no dudes en plantear a tu veterinario cualquier pregunta o duda que aún tengas.