Hace 25 años se describió por primera vez en una familia australiana una inusual forma hereditaria de hipertensión arterial. Su causa genética, sin embargo, había permanecido esquiva. Utilizando modernos métodos de secuenciación, un equipo internacional de investigación dirigido por la profesora de la BIH Johanna Quandt, Ute Scholl, ha logrado detectar mutaciones en un nuevo gen de la enfermedad (CLCN2) -presente en esta familia y en otras siete- que son responsables del desarrollo de una forma familiar de hiperaldosteronismo.
Más de mil millones de personas en todo el mundo sufren de presión arterial alta (hipertensión). La hipertensión prolongada daña los vasos sanguíneos, lo que puede provocar daños en el corazón, los riñones y el cerebro. Las posibles consecuencias son el ataque al corazón, la insuficiencia renal y el accidente cerebrovascular. Además de factores como la obesidad, el consumo de sal y la ingesta de alcohol, los factores genéticos desempeñan un papel importante en el desarrollo de la hipertensión. En algunos casos raros, la hipertensión familiar está causada por mutaciones en genes individuales. Estos genes desempeñan un papel importante en la determinación de la presión arterial, y las mutaciones suelen provocar una hipertensión de aparición temprana, incluso en niños y adolescentes. Ute Scholl y un equipo de científicos de Estados Unidos y Australia han identificado ahora un nuevo gen de la enfermedad de la hipertensión. El estudio se centró en una forma particular y muy rara de hipertensión, conocida como hiperaldosteronismo familiar de tipo II. Esta enfermedad hereditaria hace que la glándula suprarrenal produzca demasiada aldosterona, una hormona que regula la cantidad de sal y agua que los riñones retienen en el organismo. El exceso de esta hormona provoca una presión arterial alta.
La mutación en el gen CLCN2 altera la regulación de la presión arterial
El hiperaldosteronismo familiar tipo II se describió por primera vez en una familia australiana hace 25 años. El equipo de investigación investigó a esta familia junto con otros pacientes que sufrían hiperaldosteronismo en la infancia y la adolescencia. Un total de ocho familias, incluida la gran familia australiana, mostraron mutaciones en un gen que no se había asociado previamente a la regulación de la presión arterial. El gen CLCN2 contiene información para construir un canal en la membrana celular a través del cual pueden pasar los iones de cloruro. En células específicas de la glándula suprarrenal, estos canales de cloruro regulan el voltaje de la membrana y la producción de aldosterona. Las mutaciones del gen en pacientes con hiperaldosteronismo familiar provocan cambios en el voltaje de la membrana y dan lugar a la sobreproducción de aldosterona, que eleva la presión arterial.
Los resultados del estudio permiten la detección y el tratamiento tempranos
La autora principal, Ute Scholl, afirma que «los pacientes con sospecha de hiperaldosteronismo familiar y sus familiares se beneficiarán de nuestros hallazgos, ya que en el futuro podrán ser examinados para detectar mutaciones en el gen CLCN2.»
Los pacientes del estudio también respondieron a la medicación que ya se utiliza en el tratamiento del hiperaldosteronismo. «Para las familias con hiperaldosteronismo familiar tipo II, la identificación de la causa genética no sólo ayuda a la detección temprana de la enfermedad, sino que también permite un tratamiento específico», dice Scholl. Como catedrática Johanna Quandt del BIH, Ute Scholl y su grupo de investigación utilizarán ahora los resultados del estudio para profundizar en su investigación en el Instituto de Salud de Berlín. «Tenemos previsto seguir investigando el papel de los canales de cloruro en la glándula suprarrenal», dice Scholl. «También intentamos comprender mejor la regulación de estos canales para desarrollar mejores estrategias de tratamiento».
Más información: Ute I. Scholl et al, Mutaciones del canal de cloruro CLCN2 en el hiperaldosteronismo familiar tipo II, Nature Genetics (2018). DOI: 10.1038/s41588-018-0048-5
Información de la revista: Nature Genetics