Martes, 7 de junio de 2011
Fecha de la investigación Martes, 7 de junio de 2011
El consumo de alcohol y sus daños son comunes entre los jóvenes, incluidos los que están por debajo de la edad legal para beber de 21 años. Algunas personas sostienen que el actual límite de consumo de alcohol a los 21 años en Estados Unidos «no funciona» y proponen que se rebaje la edad de consumo a los 18 años. Los investigadores han realizado recientemente análisis económicos para estimar los efectos de la edad mínima legal para el consumo de alcohol (MLDA) sobre las muertes, las lesiones, la delincuencia y el consumo de alcohol, y para identificar los costes y beneficios de la reducción de la edad para el consumo de alcohol a 18 años. Informan de que un gran número de pruebas demuestra que fijar la MLDA en 21 años reduce claramente el consumo de alcohol y sus principales daños. Calculan que la reducción de la MLDA a los 18 años provocaría 8 muertes adicionales por cada 100.000 años-persona en el grupo de edad de 18 a 20 años. Utilizando una estimación común del valor de una vida estadística de 8,72 millones de dólares, esto sugiere que por cada 100.000 adultos jóvenes a los que se les permite beber legalmente durante un año el coste en términos de aumento de la mortalidad es de unos 70 millones de dólares. Los investigadores también calculan que rebajar la edad de consumo de alcohol supondría un coste adicional para otros en concepto de delincuencia, asistencia sanitaria y muertes de conductores y pasajeros no bebedores de al menos 12 millones de dólares anuales por cada 100.000 nuevos bebedores legales. Estas estimaciones sugieren que cada bebida extra consumida como resultado de la reducción de la MLDA generaría daños valorados en más de 15 dólares para el bebedor, más al menos 2,63 dólares adicionales en daños impuestos a otros, todo ello además del precio de compra de la bebida. Los investigadores concluyen que «…la evidencia sugiere fuertemente que fijar la edad mínima legal para el consumo de alcohol en 21 años es mejor desde una perspectiva de costes y beneficios que fijarla en 18 años y que cualquier propuesta para reducir la edad para el consumo de alcohol debería enfrentarse a una carga de prueba muy alta».