Al diseñar un antibiótico, no podemos crear un fármaco que destruya el ADN porque eso es algo que tanto los humanos como las bacterias comparten. Mataría a las bacterias, pero también podría matarnos a nosotros. En cambio, muchos antibióticos actúan atacando las paredes celulares de las bacterias, que es algo que éstas tienen y nosotros no.
De forma similar, los antifúngicos pueden atacar las paredes celulares únicas de los hongos. Los pesticidas pueden actuar atacando el exoesqueleto especial de los insectos. Pero la lucha contra el cáncer es más difícil porque las células cancerosas son nuestras propias células. Así que la lucha contra el cáncer se reduce a tratar de encontrar y explotar las diferencias entre las células cancerosas y las células normales.
Hace cuarenta años, se publicó un artículo histórico que mostraba por primera vez que muchos cánceres humanos tienen lo que se llama «dependencia absoluta de la metionina», lo que significa que si intentamos cultivar células en una placa de Petri sin darles el aminoácido metionina, las células normales prosperan, pero sin metionina, las células cancerosas mueren. Las células mamarias normales crecen independientemente, con o sin metionina, pero las células cancerosas necesitan esa metionina añadida para crecer.
¿Qué hace el cáncer con la metionina? Los tumores la utilizan para generar compuestos gaseosos que contienen azufre y que, curiosamente, pueden ser detectados por perros de diagnóstico especialmente entrenados. Hay perros olfateadores de lunares que pueden detectar el cáncer de piel. Hay perros que olfatean el aliento y pueden detectar a las personas con cáncer de pulmón. Hay perros que olfatean el pis y pueden diagnosticar el cáncer de vejiga, y -adivínelo- perros que olfatean los pedos para detectar el cáncer colorrectal. Los médicos ahora pueden llevar su laboratorio al laboratorio!
Da un nuevo significado al término «escaneo de mascotas». 🙂
La dependencia de la metionina no sólo está presente en las líneas celulares de cáncer en una placa de Petri. Los tumores frescos tomados de pacientes muestran que muchos cánceres parecen tener un defecto bioquímico que los hace dependientes de la metionina, incluidos algunos tumores de colon, mama, ovario, próstata y piel. Las empresas farmacéuticas luchan por ser las primeras en sacar un medicamento que disminuya los niveles de metionina. Pero dado que la metionina se obtiene principalmente de los alimentos, una estrategia mejor puede ser reducir los niveles de metionina mediante la disminución de la ingesta de metionina, eliminando los alimentos con alto contenido en metionina para controlar el crecimiento del cáncer, así como para mejorar nuestra esperanza de vida (véase La restricción de metionina como estrategia de prolongación de la vida).
Ésta es la idea: dejar de fumar, consumir dietas ricas en plantas y otras medidas de estilo de vida pueden prevenir la mayoría de los cánceres. Desgraciadamente, la gente no las lleva a cabo y, como resultado, cientos de miles de estadounidenses desarrollan cáncer metastásico cada año. La quimioterapia sólo cura unos pocos tipos de cáncer metastásico. Por desgracia, la gran mayoría de los cánceres metastásicos comunes, como el de mama, próstata, colon y pulmón, son letales. Por lo tanto, necesitamos desesperadamente nuevas estrategias de tratamiento para el cáncer metastásico, y la restricción de metionina en la dieta puede ser una de ellas.
Entonces, ¿dónde se encuentra la metionina? En mi vídeo, Starving Cancer with Methionine Restriction, se puede ver un gráfico de los alimentos con sus respectivos niveles de metionina. El pollo y el pescado tienen los niveles más altos. La leche, la carne roja y los huevos tienen menos, pero si realmente queremos quedarnos con los alimentos más bajos en metionina, las frutas, los frutos secos, las verduras, los granos y los frijoles son los mejores. En otras palabras, «En los seres humanos, la restricción de metionina puede lograrse utilizando una dieta predominantemente vegana».
También hay compuestos en los productos animales que pueden realmente estimular el crecimiento del tumor. Véase, por ejemplo, Cómo los tumores utilizan la carne para crecer: Xeno-Autoanticuerpos. La proteína animal también puede aumentar los niveles de la hormona IGF-1 que promueve el cáncer (La respuesta al rompecabezas de Pritikin). Todo ello podría ayudar a explicar por qué las plantas y las dietas basadas en ellas han resultado eficaces para revertir potencialmente algunos procesos cancerígenos. Ver Reversión del cáncer a través de la dieta?, Fresas contra el cáncer de esófago y Frambuesas negras contra el cáncer oral.
Entonces, ¿por qué no todos los oncólogos prescriben una dieta baja en metionina? Un investigador señala que «a pesar de los numerosos y prometedores estudios preclínicos y clínicos realizados en los últimos años, la restricción de metionina en la dieta y otros enfoques dietéticos para el tratamiento del cáncer aún no han obtenido una amplia aplicación clínica. La mayoría de los médicos e investigadores probablemente no están familiarizados con los enfoques nutricionales para el cáncer.» ¡Eso es un eufemismo! «Muchos otros pueden considerar la restricción de aminoácidos como una ‘vieja idea’, ya que ha sido examinada durante varias décadas. Sin embargo, muchas buenas ideas permanecen latentes durante décadas, si no siglos, antes de que demuestren su valor en la clínica….. Con el desarrollo adecuado, la restricción de metionina en la dieta, ya sea sola o en combinación con otros tratamientos, puede demostrar tener un gran impacto en los pacientes con cáncer.»
¿Por qué puede ser que la profesión médica se resista tanto a las terapias de probada eficacia? El efecto tomate puede tener parte de la culpa.
En mi vídeo, Anti-Angiogénesis: Cortando las líneas de suministro de los tumores, los investigadores llegan a la misma conclusión basada en las plantas desde una perspectiva diferente, privando a los cánceres de su suministro de sangre.
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