Virginia Apgar, brillante médica y humanitaria, es más conocida por su desarrollo de la puntuación de Apgar (1952), un sistema para determinar si un recién nacido necesita atención especial para mantenerse con vida. En la mayoría de los nacimientos de la época, la atención se centraba en las madres y no en los recién nacidos, lo que provocaba muchas muertes infantiles. Esta sencilla prueba, que se realiza en los primeros minutos de vida del bebé, mide muy rápidamente el pulso, el color de la piel, la actividad y la respiración del niño, lo que permite al personal médico intervenir si se necesita ayuda. Este examen, sencillo pero brillantemente concebido, ha salvado innumerables vidas de recién nacidos.
Apgar, una de las pocas mujeres admitidas en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia en la década de 1930, se formó primero en cirugía, pero cambió su trabajo a la anestesiología, un nuevo campo que ofrecía la oportunidad de realizar un trabajo innovador. Pronto fue nombrada directora de anestesiología en Columbia, la primera mujer en dirigir un departamento en la Universidad. En 1949, tras crear un importante departamento académico en la disciplina, fue nombrada primera profesora titular de anestesiología, la primera mujer que ocupó una cátedra titular en cualquier disciplina en la Universidad de Columbia.
La carrera de Apgar dio un nuevo giro en 1959, cuando se convirtió en alta ejecutiva de la National Foundation-March of Dimes, y dedicó su tiempo a generar apoyo público y fondos para la investigación de los defectos congénitos. Fue una espectacular recaudadora de fondos y educadora del público, y aumentó en gran medida tanto la visibilidad como la atención prestada a los problemas de los defectos congénitos.
En 1973, se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla de Oro al Logro Distinguido en Medicina del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia. En 1994, Apgar fue retratada en un sello de correos de Estados Unidos, como parte de la serie Great Americans.