Transferencia genética
En la reproducción asexual, todos los descendientes son exactamente iguales. Este es el mayor inconveniente de este tipo de reproducción. ¿Por qué? La falta de variación genética aumenta el riesgo de extinción. Sin variedad, puede que no haya organismos que puedan sobrevivir a un cambio importante en el medio ambiente.
Los procariotas tienen una forma diferente de aumentar la variación genética. Se llama transferencia genética o conjugación bacteriana. Puede ocurrir de dos maneras. Una forma es cuando las células «cogen» trozos de ADN extraviados de su entorno. La otra forma es cuando las células intercambian directamente ADN (normalmente plásmidos) con otras células. Por ejemplo, como se muestra en la siguiente figura, la célula donante crea una estructura denominada pilus F o pilus sexual. El pilus F adhiere una célula a otra. Las membranas de las dos células se fusionan y el material genético, normalmente un plásmido, se traslada a la célula receptora. La transferencia genética hace que las bacterias sean muy útiles en biotecnología. Puede utilizarse para crear células bacterianas portadoras de nuevos genes.
Un diagrama de flujo que muestra la conjugación bacteriana. La célula donante fabrica una estructura llamada pilus F, o pilus sexual. El pilus F une una célula a otra. Las membranas de las dos células se fusionan y el material genético, normalmente un plásmido, se traslada a la célula receptora.