Las geodas son rocas más o menos esféricas o con forma de huevo que contienen una cavidad hueca que está recubierta de cristales. Se forman tanto en rocas ígneas como sedimentarias. Hay dos pasos principales en su formación.
Se forma un espacio hueco
En las rocas ígneas (volcánicas) el espacio hueco es el resultado de una burbuja de gas que queda atrapada dentro del magma que se enfría. Las geodas de amatista encontradas dentro de antiguos flujos de basalto en Brasil & Uruguay son un buen ejemplo de esto.
Geodas de amatista que se extraen en el basalto volcánico de Uruguay. Comenzaron como burbujas de gas donde quedaron atrapadas en el magma en enfriamiento.
En las rocas sedimentarias el espacio hueco se forma a menudo por el agua subterránea que disuelve una estructura existente dentro de la roca. Por ejemplo, en el caso de las geodas Keokuk de Iowa, las concreciones dentro de la pizarra circundante se disuelven, dejando huecos redondos. A veces la cavidad puede formarse debido a la disolución de un fósil o a la descomposición de materia orgánica que deja una bolsa de gas en el sedimento.
Una geoda llena de cristales de calcita que comenzó como una almeja fosilizada. De la fosa de Ruck en Florida.
Formación de los cristales
En la segunda etapa de la formación de la geoda, los minerales se depositan en las paredes de la cavidad. Estos minerales están presentes en las aguas subterráneas o en los fluidos hidrotermales que fluyen a través de la roca huésped. Los cambios de temperatura o de química hacen que los minerales se precipiten fuera del agua, endureciéndose en las paredes de la cavidad. La primera capa en muchas geodas suele ser calcedonia, una forma microcristalina de cuarzo.
Esta precipitación suele repetirse muchas veces debido a cambios cíclicos en la temperatura o en la química de los fluidos. Como este proceso se repite una y otra vez, se formarán cristales que apuntan hacia el interior.
Una geoda de amatista pulida de Uruguay que muestra las capas de calcedonia que se acumularon antes de la formación de los cristales.
Las diversas variedades de cristales de cuarzo son los minerales más comunes que se encuentran en el interior de las geodas, pero también se puede encontrar calcita, pirita, hematita, barita, smithsonita y una gran cantidad de otros minerales.
Encontrando las geodas
No es raro que las geodas se encuentren individualmente, ya liberadas de la roca huésped en la que se formaron. La calcedonia que recubre la geoda es más duradera que la roca huésped. Así, cuando la roca se descompone o erosiona, sólo quedan las geodas sólidas.