Lecciones de cría en cautividad
Todos los caballos de Przewalski vivos en la actualidad descienden de sólo 12 ejemplares capturados en libertad, y hasta cuatro fundadores de caballos domésticos, que se convirtieron en el núcleo de lo que sería un programa de cría en cautividad. Al principio, los caballos no funcionaban muy bien en cautividad. Pero en 1959 se reunió un libro genealógico. Se descubrió que de los 53 animales registrados como introducidos en las colecciones zoológicas de Occidente, menos del 25% había aportado algún gen a la población viva.
En Norteamérica, ese programa de cría es gestionado ahora por el Plan de Supervivencia de Especies (SSP) de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA). Desde la creación del SSP en 1981, el número de instituciones que mantienen y crían la especie se ha reducido a la mitad. Además, se ha perdido aproximadamente el 60% de la diversidad genética original del programa de cría.
A pesar de estos problemas, esta especie sigue sobreviviendo y multiplicándose. La cría en cautividad condujo a la reintroducción de la especie en Mongolia y China. Ahora hay aproximadamente 387 caballos de Przewalski nacidos en Mongolia en tres lugares de reintroducción: la zona estrictamente protegida (SPA) del Gran Gobi B, el Parque Nacional de Hustai y Khomiin Tal. En China, se han restablecido poblaciones en la Reserva Natural de Kalamaili (KNR) y en la Reserva Natural Nacional de Dunhuang Xihu. Otras poblaciones viven en reservas de toda Europa y Eurasia, incluyendo 60 caballos que prosperan en la zona de exclusión de Chernóbil.
En 2008 la UICN reclasificó al caballo de Przewalski de extinto en estado salvaje a en peligro crítico. En 2011 su estatus fue cambiado a en peligro de extinción. Pero debido a la fragmentación y al pequeño tamaño de la población, la degradación del hábitat, el cambio climático y las enfermedades, esta especie sigue siendo vulnerable. Por lo tanto, es necesaria una gestión continuada, a través de múltiples países. Ahora se están utilizando nuevas técnicas de rescate genético para ayudar a superar el cuello de botella genético que se les impuso en el siglo XX, desde la inseminación artificial en 2013 hasta la notable primera clonación de un potro a partir de una línea celular criopreservada en 2020.
Superviviente al cuidado de cientos de científicos, zoólogos, conservacionistas y genetistas dedicados, la especie del caballo de Przewalski puede ahora recuperar la aptitud y adaptabilidad necesarias para sobrevivir en un mundo cambiante.