Una dieta sin cereales puede ofrecer varios beneficios para la salud.
Puede ayudar a tratar ciertas condiciones de salud
Una dieta libre de granos es más comúnmente seguida por aquellos con ciertas enfermedades autoinmunes, y varios estudios apoyan su uso en estos casos.
Por ejemplo, la enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune que afecta a alrededor del 1% de la población occidental. Hace que el cuerpo confunda el gluten, una proteína presente en el trigo, con una amenaza, lo que hace que el sistema inmunitario se ponga en marcha (1).
Esto puede provocar una inflamación intestinal, que a su vez puede causar graves deficiencias de nutrientes y otros problemas digestivos. Las personas que padecen la enfermedad celíaca deben excluir de su dieta todos los cereales que contienen gluten (2, 3).
De la misma manera, algunas personas son alérgicas al trigo y deben evitar todos los alimentos que lo contienen. Otras pueden ser intolerantes al gluten o a otros compuestos de los cereales a pesar de no tener la enfermedad celíaca o una alergia al trigo. (4).
Las personas con esta intolerancia al gluten suelen manifestar síntomas como dolor de estómago, hinchazón, estreñimiento, diarrea, eczema, dolores de cabeza o fatiga cuando comen cereales y pueden beneficiarse de excluirlos de su dieta (5, 6, 7, 8).
Por último, en un estudio de 6 semanas en personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), seguir una dieta sin cereales mejoró los síntomas en el 73% de los participantes (9).
Puede reducir la inflamación
Los cereales pueden contribuir a la inflamación, que se cree que es la causa principal de muchas enfermedades crónicas.
Algunos estudios de probeta, en animales y en humanos sugieren una relación entre la ingesta diaria de trigo o granos procesados y la inflamación crónica (10, 11, 12).
Sin embargo, no todos los estudios están de acuerdo (13).
La falta de consenso puede explicarse por el tipo de grano investigado. Por ejemplo, mientras que los granos refinados pueden aumentar la inflamación, los granos integrales parecen tener muy poco efecto sobre la inflamación y, en algunos casos, pueden incluso reducirla (13, 14, 15, 16).
Además, la eliminación de los granos puede hacer que algunas personas aumenten de forma natural la cantidad o la variedad de frutas y verduras que consumen, lo que puede ayudar a reducir la inflamación (17, 18, 19).
Aún así, cabe destacar que los cereales integrales pueden ofrecer beneficios antiinflamatorios por sí mismos. A menos que tenga la enfermedad celíaca, la alergia al trigo o la intolerancia al gluten, es probable que no necesite eliminar completamente los granos para combatir con éxito la inflamación (20).
Puede mejorar la pérdida de peso
Una dieta sin cereales puede promover la pérdida de peso, probablemente porque está naturalmente desprovista de los granos procesados que se encuentran en los alimentos ricos en calorías y pobres en nutrientes como el pan blanco, la pasta blanca, la pizza, los donuts, las galletas y otros productos horneados.
Además, eliminar todo un grupo de alimentos de su dieta puede reducir su ingesta calórica diaria total, creando el déficit de calorías necesario para perder peso.
Sin embargo, las investigaciones muestran claramente que, siempre que cree un déficit calórico, perderá peso independientemente de que su dieta contenga cereales. De hecho, la evidencia sugiere que comer granos enteros puede promover la pérdida de peso y aumentar su metabolismo (21, 22, 23, 24).
Por lo tanto, eliminar todos los granos de su dieta no es un requisito para perder peso.
Puede reducir los niveles de azúcar en sangre
Los cereales son naturalmente ricos en carbohidratos.
Por lo tanto, las dietas ricas en cereales pueden causar problemas a las personas que tienen dificultades para lidiar con grandes cantidades de carbohidratos en la dieta, como las personas con diabetes o síndrome metabólico.
Los cereales refinados, como los que se encuentran en el pan blanco, la pasta blanca y muchos otros alimentos procesados, son especialmente problemáticos, ya que carecen de fibra.
Esto hace que se digieran muy rápidamente, provocando generalmente un pico en los niveles de azúcar en sangre poco después de una comida (25, 26).
Dicho esto, los cereales integrales ricos en fibra pueden ayudar a estabilizar y prevenir los picos en los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, eliminar todos los cereales no es la única forma de reducir los niveles de azúcar en sangre (25, 27, 28).
Otros beneficios potenciales
Una dieta sin cereales también puede ofrecer otros beneficios para la salud:
- Puede mejorar la salud mental. Los estudios relacionan las dietas con gluten con la ansiedad, la depresión, los trastornos del estado de ánimo, el TDAH, el autismo y la esquizofrenia. Sin embargo, en la actualidad es imposible saber si los cereales son la causa de estos trastornos (29, 30).
- Puede ayudar a aliviar el dolor. Las dietas sin gluten pueden ayudar a reducir el dolor pélvico en mujeres con endometriosis, un trastorno que hace que el tejido que recubre el interior del útero crezca fuera de él (8, 31).
- Puede reducir los síntomas de la fibromialgia. Una dieta sin gluten puede ayudar a reducir el dolor generalizado que experimentan las personas con fibromialgia (32).
A pesar de los prometedores resultados preliminares, se necesitan más estudios para confirmar estos efectos.
También vale la pena señalar que la mayoría de estos estudios sólo analizaron el efecto de los granos que contienen gluten. No hay evidencia que sugiera que es necesario excluir todos los granos de su dieta para obtener estos beneficios.
Una dieta sin granos puede reducir la inflamación, ayudar a la pérdida de peso y mejorar la digestión y los niveles de azúcar en la sangre. También puede promover la salud mental y aliviar el dolor en personas con fibromialgia o endometriosis, aunque se necesita más investigación.