La mejor música para escuchar mientras trabajas o estudias

Probablemente hayas oído que la música clásica es buena para estudiar, hacer exámenes y realizar trabajos creativos. Esta idea surge del «Efecto Mozart», un término acuñado en 1993 cuando los científicos descubrieron que escuchar la Sonata de Mozart durante 10 minutos daba como resultado una mejor capacidad de razonamiento espacial, un tipo particular de inteligencia que implica visualizar y manipular imágenes en tu cerebro.

Sin embargo, los hallazgos de ese estudio de 1993 se exageraron y la música clásica se convirtió en sinónimo de inteligencia: tan sinónimo, de hecho, que en 1998, el entonces gobernador de Georgia, Zell Miller, propuso enviar una cinta de cassette clásica a cada bebé nacido en el estado, de forma gratuita, para que los bebés se volvieran inteligentes.

Aunque el Efecto Mozart ha quedado más o menos desacreditado en el tiempo transcurrido desde entonces, algunos expertos siguen defendiendo que la música puede ofrecer otros beneficios a nuestro cerebro, concretamente, la concentración y la productividad.

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¿Cómo puede ayudarnos la música a concentrarnos?

Considera estas pocas razones por las que la música podría ayudarte a arrollar tu lista de tareas:

Produce emociones positivas: Las personas tienden a ser más productivas y eficientes cuando están contentas (investigaciones recientes lo confirman), y el tipo de música adecuado puede dar un poco de ánimo. Las personas que escuchan música, de hecho, pueden ser más felices en general que las personas que no escuchan música.

Te hace sentir optimista: A veces, el trabajo y la vida simplemente se sienten monótonos. Si te sientes aburrido, una melodía alegre puede hacer que las tareas deslucidas parezcan más atractivas.

Ahoga otros ruidos: Si alguna vez has trabajado en una cafetería o en una oficina de planta abierta, es probable que el sonido de alguien moqueando o arrastrando los pies te haya puesto los pelos de punta. Escuchar música, especialmente a través de un buen par de auriculares, puede ahogar los ruidos que distraen.

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¿Puede realmente la música hacerte más productivo?

La investigación sobre la música para la productividad no es concluyente, por decir algo. Algunos estudios demuestran que la música de fondo puede mejorar la memoria episódica y el rendimiento cognitivo en general, pero otras investigaciones sugieren que la música de fondo puede ser en realidad un perjuicio para su capacidad de concentración y aprendizaje. Y otros dicen que no tiene ningún efecto de una manera u otra.

También hay factores que afectan a si la música de fondo funciona: Algunas investigaciones sugieren que la música de fondo tiene que estar libre de letras para promover la productividad; otros estudios dicen simplemente que el hecho de que la música ayude a concentrarse depende de lo que le guste o no al trabajador.

Nótese que los estudios analizados en esta sección miden algo diferente al mencionado Efecto Mozart. Mientras que el Efecto Mozart mide la capacidad de la música para mejorar la inteligencia después de que la música deje de sonar, la investigación sobre la música para la productividad investiga la música de fondo, o la música que suena mientras tu atención está principalmente en otra cosa (tu trabajo).

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¿Qué tipo de música nos ayuda a concentrarnos?

Teniendo en cuenta que no hay un consenso científico real, merece la pena echar un vistazo al puñado de estudios de investigación sobre diferentes tipos de música y su capacidad para ayudar a la concentración.

Música clásica

A pesar de que el Efecto Mozart ha enmudecido, algunas investigaciones siguen sugiriendo que la música clásica puede ayudar a la gente a aprender y concentrarse (solo que no de forma tan impresionante como los años 90 querían hacer creer). Por ejemplo, un estudio reveló que los estudiantes universitarios que escuchaban música clásica durante una clase aprendían más que los que escuchaban la misma clase sin música clásica. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que la música clásica (o cualquier tipo de música compleja) es mejor cuando se realizan tareas sencillas, más que complicadas.

Música ambiental

La música ambiental es un estilo de música suave, basada en tonos, que utiliza sonidos ambientales como el zumbido de un aire acondicionado o el zumbido de la estática de la televisión. La música ambiental a menudo carece de un verdadero ritmo, por lo general no tiene letra, y termina mezclándose con el ruido de fondo preexistente – esta es la razón por la que los sonidos ambientales como el ruido blanco se utilizan a menudo en ayudas para el sueño.

En términos de concentración y productividad, un estudio descubrió que el ruido blanco puede ayudar a las personas con TDAH a ignorar los entornos ruidosos y a realizar tareas con más eficiencia. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer cuando se trata de entender cuándo el ruido ambiental ayuda y cuándo no, según una investigación reciente de la Universidad de Alberta.

Sonidos de la naturaleza

Ya sabemos que pasar tiempo en la naturaleza es bueno para nuestra salud física. Resulta que escuchar los sonidos de la naturaleza, incluso cuando se está atrapado en una oficina, puede mejorar el estado de ánimo y promover la concentración profunda. Investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York descubrieron que los sonidos relajantes de la naturaleza, como la lluvia, pueden enmascarar los sonidos intrusivos y ayudar a los trabajadores a mantenerse concentrados.

Esta lista de reproducción de Sonidos de la Naturaleza en Spotify tiene más de un millón de oyentes mensuales, un buen indicio de que la lista de reproducción funciona para algo, ya sea para relajarse, dormir o concentrarse.

Qué tipo de música debes evitar

Así como determinados estilos de música pueden ayudarte a concentrarte y hacer las cosas, otros estilos pueden sabotear tus esfuerzos por muy fuerte que sea tu ética de trabajo. No hay ninguna investigación que compare explícitamente los efectos de los diferentes tipos de música en la productividad, pero la mayoría de la gente probablemente puede estar de acuerdo en que es mejor evitar los estilos que distraen, como la música dubstep y el heavy metal, mientras se trabaja.

Aunque, en realidad, todo se reduce a las preferencias personales. Y no es que experimentar con la música de fondo pueda ser realmente perjudicial: estamos hablando de música, no de si un aditivo alimentario es seguro o no. El peor resultado es un día lento en el trabajo y quizás una pequeña reprimenda de tu jefe.

Deberías conocerte lo suficiente como para entender qué tipos de música y sonidos te ayudan a concentrarte y cuáles no. Si te cuesta concentrarte con rock clásico de los 80 de fondo, quizá sea buena idea apagar los Guns N’ Roses y cambiar a algo con menos guitarra eléctrica.

Vale la pena experimentar para descubrir qué tipo de música te ayuda a concentrarte. Yo personalmente no puedo escuchar ninguna música, independientemente del estilo o el tempo, que tenga letra. Lo he intentado y fracasado. Me quedo demasiado atrapado en la letra y no puedo concentrarme en la tarea que tengo entre manos.

En cambio, he descubierto que me concentro mucho mejor cuando escucho música electrónica suave o sonidos de la naturaleza (especialmente lluvia y cascadas). Algunos de mis días más productivos han sido el resultado de simplemente encender un ventilador de pie para bloquear los ruidos que me distraen.

Al final, como con todas las cosas, haz lo que mejor te funcione.