Colocada el 9/12/19 por Madison Oppenheim
Tus intestinos están llenos de pequeñas vellosidades y microvellosidades aún más diminutas. Estas pequeñas proyecciones en forma de dedo se extienden en el lumen (abertura) del intestino delgado. Cada una mide aproximadamente entre 0,5 y 1,6 mm de largo y tiene numerosas microvellosidades salientes que le ayudan a absorber los nutrientes.
Imagen del Atlas de Anatomía Humana 2020.
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La forma sigue a la función
Si algo aprendí en segundo curso de biología es que «la forma sigue a la función». Déjenme decirles que cuando digo que esa frase me fue taladrada en el cerebro, quiero decir que mi profesor tomó un destornillador inalámbrico y nos lobotomizó a todos uno por uno. «La forma sigue a la función» es sólo una forma infantil de decir que la anatomía es igual a la fisiología. Nuestra anatomía existe únicamente para servir a una función específica. Como ocurre con la mayoría de las estructuras anatómicas, cuanta más superficie, mejor.
Eso es especialmente cierto cuando se trata del tracto gastrointestinal. Todo el modus operandi del canal alimentario es maximizar la superficie. Para el humilde siervo, parece que todo lo que tenemos es el serpenteante intestino delgado de 7 m de largo y su compañero más pesado de 1,5 m, el intestino grueso. Pero déjame ponerte al corriente de todos los chismes calientes: la superficie de absorción es mucho, mucho mayor en el intestino delgado.
Imagen del Atlas de Anatomía Humana 2020.
Cuando el quimo (alimentos parcialmente digeridos y jugos gástricos) sale del estómago, su primera parada es el duodeno, un tramo corto y ancho del intestino delgado. Aquí, el quimo se mezcla con las enzimas digestivas del hígado y el páncreas. Cuando se relaja el esfínter de Oddi, la bilis segregada por el hígado y los jugos pancreáticos segregados por el páncreas entran en el duodeno para ayudar. Ayudan a la digestión química y también a reducir la acidez de los fuertes jugos gástricos.
Con sólo 25 cm, el duodeno es el segmento más corto del intestino delgado. Al avanzar por el tracto gastrointestinal, la siguiente parada es el yeyuno. Tiene un diámetro de unos 4 cm y una longitud de 2,5 m. Aquí también hay grandes pliegues circulares de submucosa llamados plicae circulares. Por último, en nuestro recorrido por el intestino delgado, llegamos al íleon. Este es el segmento más largo del intestino delgado, llegando a unos 3,5 m. El íleon es ligeramente menos vascular y de un color más claro que el yeyuno, pero no importa, nos sigue encantando de todos modos.
Esta lección de anatomía no estaría completa sin mencionar primero la estructura del intestino delgado, porque como una cebolla (o un ogro), también tiene capas.
Imagen del Atlas de Anatomía Humana 2020.
La capa más externa es la serosa, que es continua con el mesenterio (tejidos que conectan los intestinos con la pared abdominal). Contiene vasos sanguíneos y nervios, y segrega líquido para lubricar el intestino delgado, protegiéndolo de daños debidos a la fricción.
Debajo de la serosa está la capa muscular longitudinal. Este músculo, junto con el músculo circular (situado justo debajo de la submucosa), se contrae en ondas peristálticas, moviendo los alimentos a través de los intestinos. El músculo longitudinal acorta el tracto para facilitar el movimiento del quimo, mientras que el músculo circular evita que el quimo viaje hacia atrás.
La submucosa se compone de tejido conectivo denso para sostener la mucosa y conectarla con las capas musculares. También contiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios para abastecer la mucosa.
A continuación está la muscularis mucosae que comprende varias capas finas de músculo liso. Estimula suavemente la mucosa y las glándulas intestinales, ayudando a expulsar el quimo y mejorando el contacto entre la mucosa y el quimo en el lumen.
La mucosa es la capa más interna; rodea el lumen por donde pasa el quimo. Tiene tres funciones principales: protección del medio interno, secreción y absorción. La mucosa está increíblemente plegada, creando… vellosidades.
Entra: Las vellosidades
Hemos superado la exposición y la acción ascendente, ahora es el momento de la gran escena en la que aparece nuestro héroe para salvar el día.
Las vellosidades, nuestras diminutas proyecciones en forma de dedo, tienen incluso sus propias proyecciones: las microvellosidades. Las vellosidades y las microvellosidades crean una superficie de absorción tan grande que la superficie del intestino delgado es de unos 250 m2 (casi 2.700 pies2). Eso es el tamaño de una pista de tenis!
El Atlas de Anatomía Humana 2020 viene con el modelo 3D de sección transversal del intestino delgado que mostré antes, así como con este adorable modelo de microanatomía de las vellosidades intestinales (¡y mucho más!).
Imagen del Atlas de Anatomía Humana 2020.
La capa más interna de la mucosa está formada por un epitelio columnar simple con una superficie cubierta de microvellosidades, llamada borde en cepillo, que aumenta aún más la superficie y, en consecuencia, la absorción de nutrientes.
Las células de las vellosidades (las manchas moradas situadas entre las células absorbentes en la imagen), situadas en el epitelio, secretan moco en el lumen.
La segunda capa, la lámina propia, está compuesta por tejido conectivo areolar suelto que se extiende hacia las vellosidades. Contiene vasos sanguíneos y glándulas secretoras de moco alcalino que se vacían en las criptas (glándulas intestinales) para contrarrestar las secreciones ácidas del estómago.
Las vellosidades y microvellosidades existen en la superficie de la mucosa a lo largo de pliegues circulares que frenan el paso del quimo por el intestino, aumentando también la superficie.
Seguro que a estas alturas lo entiendes. De hecho, si tuvieras una moneda de cinco centavos por cada vez que he utilizado la frase «superficie», tendrías exactamente 0,35 dólares. ¡Genial! Espero que hayas disfrutado de esta inmersión en la absorción de nutrientes al nivel más bonito.
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