El ejercicio desvía la sangre del hígado y del sistema digestivo a los músculos del esqueleto. Las hormonas le dicen al cuerpo que convierta la grasa en glucosa, que reduzca el dolor que siente y que mejore su estado de ánimo. Los músculos generan ácido láctico como subproducto del ejercicio intenso y, a medida que éste se acumula, el pH de la sangre que rodea a los músculos desciende. Este descenso del pH acaba impidiendo que los músculos se sigan contrayendo. En este punto, es necesario descansar para permitir que el ácido láctico se metabolice.
1. Cerebro
El cerebro produce neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y el GABA. Esta es parte de la razón por la que el cerebro consume más energía durante el ejercicio.
Los niveles de adrenalina aumentan, lo que estimula al corazón a latir más rápido. Los capilares de los músculos se abren más, aumentando el flujo sanguíneo allí hasta 20 veces.
3. Pulmones
Los músculos de la caja torácica ayudan al diafragma a aspirar hasta 15 veces más oxígeno que en reposo. La respiración se vuelve más rápida pero también más profunda.
4. Piel
Tus dos millones de glándulas sudoríparas pueden producir 1,4 litros de sudor por hora. El calor residual es arrastrado por el calor latente de la evaporación mientras se seca.
5. Músculos
Al hacer ejercicio, los grandes músculos de los brazos y las piernas aprietan las venas que los atraviesan, bombeando la sangre hacia el corazón.
6. Huesos