No hay duda de que obtener tu dosis de azúcar de las rodillas de las abejas o del exprimido de los árboles ofrece más beneficios para la salud que el azúcar de caña. Así que, en la batalla de la miel contra el jarabe de arce, ¿cuál será el vencedor final? Para ser más específicos, consideremos las versiones puras y de alta calidad de estos edulcorantes (nada de Aunt Jemima’s aquí).
El argumento a favor de la miel
¿Qué es más dulce que la tierra de la leche y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer? La miel está llena de antioxidantes, que neutralizan los radicales libres en el cuerpo y tienen propiedades de protección del daño celular. Los fenoles, un tipo específico de antioxidante presente en la miel, se han relacionado con la prevención de los coágulos sanguíneos y el aumento del flujo sanguíneo al corazón.
La miel también tiene un alto contenido en vitamina B-6, que mejora la memoria y la energía, y en vitamina C, que revitaliza el sistema inmunológico.3 gramos de azúcar y 64 calorías, de las cuales 0 son grasas.
El argumento del jarabe de arce
El sirope de arce tiene un índice glucémico de 54, mientras que el azúcar de caña es de 65 y la miel se sitúa en 58. Esto permite que tu cuerpo lo utilice de forma más eficiente para obtener energía, en lugar de darte un subidón rápido y un bajón. Para saber más sobre cómo prestar atención al índice glucémico de los alimentos, lee aquí.
Aunque no tanto como la miel, el sirope de arce también es bastante alto en antioxidantes. Mientras que la miel tiene un bajo contenido en minerales, el sirope de arce contiene hierro, que favorece la producción de glóbulos rojos, calcio y manganeso para unos huesos fuertes, y zinc que refuerza la inmunidad.
Una sola cucharadita de sirope de arce contiene 13,5 gramos de azúcar y 52 calorías, de las cuales 0,1 son grasas.
El veredicto
Es importante recordar que estamos considerando estos jarabes con moderación. Aunque ambos contienen nutrientes saludables, no deberían ser tu forma de obtener una dosis diaria de vitaminas y minerales. Son azúcares, después de todo, y tienen los mismos efectos de sobrecarga del hígado y promoción de la grasa que el azúcar refinado en grandes cantidades.
Pero si hablamos de cucharadita a cucharadita, con qué edulcorante vas a servir tus bollos pegajosos, depende de tus objetivos de salud.
Si quieres reducir la ingesta de calorías, mantener el contenido de azúcar bajo, o tener niveles de energía más estables, el sirope de arce es una opción más fuerte. Echa un vistazo a estas deliciosas recetas llenas de sirope de arce para conseguir tu dosis.
Si estás buscando obtener más vitaminas en tu dieta o reducir la ingesta de grasas, considera usar miel. Ve a esta impresionante receta de quesadilla de queso de cabra y miel que incluye una nutritiva dosis de miel. Sean cuales sean tus objetivos de salud, los dulces caseros son lo mejor.
Ya sea la miel o el jarabe de arce tu elección, no hay necesidad de sentirse culpable por tener los dedos un poco pegajosos la próxima vez que estés en la cocina. Deja que tu gusto por lo dulce le haga bien a tu cuerpo.