Este artículo se publicó originalmente en marzo de 2017. Ha sido revisado para reflejar investigaciones más recientes.
La prevalencia del autismo en Estados Unidos ha aumentado de forma constante desde que los investigadores comenzaron a hacer un seguimiento en el año 2000. El aumento ha desatado el temor a una «epidemia» de autismo. Sin embargo, los expertos afirman que la mayor parte del aumento se debe a una mayor concienciación sobre la enfermedad y a los cambios en sus criterios de diagnóstico.
Aquí se explica cómo los investigadores hacen un seguimiento de la prevalencia del autismo y cómo se explica su aparente aumento.
¿Cómo diagnostican los médicos el autismo?
No existe ningún análisis de sangre, escáner cerebral ni ninguna otra prueba objetiva que pueda diagnosticar el autismo, aunque los investigadores están intentando activamente desarrollar dichas pruebas. Los médicos se basan en las observaciones del comportamiento de una persona para diagnosticar la enfermedad.
En los Estados Unidos, los criterios para diagnosticar el autismo se establecen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM). Los criterios son problemas de comunicación e interacción social, e intereses restringidos o comportamientos repetitivos. Ambos