Heimdall (o Heimdallr en nórdico antiguo) es a menudo representado como el guardián siempre entusiasta de Asgard, la fortaleza de la tribu de dioses nórdicos Æsir. También se le conoce como el dios brillante (o el más refulgente entre las deidades nórdicas), su atributo de agudeza no tiene parangón entre los Æsir. Esto, a su vez, encaja en la narrativa mítica de cómo Heimdall mantiene su eterna vigilancia sobre la entrada a Asgard – donde guarda firmemente Bifrost, el ardiente «puente del arco iris» que conecta el reino de los dioses con Midgard (dominio terrenal), el reino de los humanos.
Representaciones de Heimdall –
Como ya se ha mencionado, el más «brillante y blanco» de los dioses nórdicos, Heimdall es representado a menudo con su cuerno Gjallarhorn («cuerno resonante»), que se pone en funcionamiento cuando los intrusos se acercan al hogar de la tribu de dioses Æsir y puede ser escuchado en todos los mundos. Como menciona la Edda Poética, una compilación de poemas que data de alrededor del año 1000 – 1300 d.C. –
Heimdallr es el nombre de uno: se le llama Dios Blanco. Es grande y santo; nueve doncellas, todas hermanas, le dieron un hijo. También se le llama Hallinskídi y Gullintanni; sus dientes eran de oro y su caballo se llama Gold-Top. Vive en el lugar llamado Himinbjörg, junto a Bifröst; es el guardián de los dioses y se sienta allí, junto al cielo, para proteger el puente de los Gigantes de la Colina. Necesita dormir menos que un pájaro; ve igual de bien la noche y el día a cien leguas de él, y oye cómo crece la hierba en la tierra o la lana en las ovejas, y todo lo que tiene un sonido más fuerte. Tiene esa trompeta que se llama Gjallar-Horn, y su sonido se oye en todos los mundos. La espada de Heimdallr se llama Cabeza.
En esencia, Heimdall es representado bebiendo su fino hidromiel, viviendo en una morada llamada Himinbjörg (‘castillo del cielo’ o ‘acantilado del cielo’), y vigilando el paso a la fortaleza de los dioses. En algunas fuentes (como el libro Gylfaginning de la Edda en prosa), Heimdall también posee a Gulltoppr, un caballo de los dioses con crines doradas.
Orígenes e historia de Heimdall –
Los orígenes históricos y la etimología de Heimdall siguen siendo un misterio, y el alcance es aún más vago con sólo unos pocos registros arqueológicos que sobreviven de la representación del dios. Uno de los objetos históricos más discutidos es la Cruz de Gosforth, una cruz anglosajona del siglo X de origen norromano que curiosamente exhibe motivos nórdicos tanto cristianos como paganos. En lo que respecta a estos últimos, la cruz tiene un panel que probablemente representa a Heimdall sosteniendo un cuerno y una espada mientras está de pie, desafiante, ante dos bestias con la boca abierta.
Hablando de cuernos, Heimdall también lleva el apodo de Hallinskídi o «Carnero» (como se ha mencionado anteriormente), mientras que su espada se ha comparado a menudo con una «Cabeza», la parte orientada a la ofensa de la fisiología del carnero – creando así una asociación especulativa del dios guardián nórdico con el animal. Otra hipótesis interesante planteada por el difunto filólogo comparativo francés Georges Dumézil se refiere a la posibilidad de que Heimdall fuera «fabricado» para encajar en la narrativa de una «deidad marco», una entidad (que se encuentra en las obras literarias) que ayuda a definir el panteón y el cosmos de la mitología. Esta conjetura alude al linaje más bien abstruso de Heimdall como deidad, lo que sugiere la posibilidad de que el personaje sea un punto de origen en sí mismo, en contraposición a que tenga unos orígenes establecidos en la narrativa.
Para ello, una de las teorías plausibles se refiere a cómo Heimdallr era considerado en los antiguos círculos nórdicos como el padre de la humanidad, como se menciona en el poema nórdico antiguo Völuspá. Otros estudiosos han planteado la hipótesis de que Heimdall, en su personaje errante de Rígr, era percibido históricamente por las tribus nórdicas como el responsable de la creación de la jerarquía y las clases entre los hombres (como el Brahma indio), como el thrall (siervo), el karl (campesino libre) y el jarl (noble), como se menciona en el poema Rígsþula. Ahora bien, en términos de historia literaria, debemos entender que los dioses y leyendas nórdicos tienen probablemente uno de los orígenes más vagos, con su lore primario tomado de un mosaico de tradiciones orales y cuentos locales que fueron concebidos tanto en la Germania antigua precristiana como en la Escandinavia medieval temprana.
Linaje y mitos de Heimdall –
En los mitos nórdicos, se dice que Heimdall es el hijo de «colectivamente» nueve hermanas doncellas conocidas como las Nueve Ondinas, o las Nueve Olas, mientras que su padre se menciona a menudo como el propio Odín, el líder de los Æsir. Ahora bien, según algunos estudiosos, estas nueve doncellas representan posiblemente a las nueve poderosas pero caprichosas hijas de Aegir, el dios nórdico del mar. Como describe un artículo de Mythology.net –
Las nueve hermanas eran conocidas por ser tanto hermosas como terribles. Sus nombres representan los distintos poderes del océano. Las dos hermanas mayores son gemelas, Duva, la Oculta, y Kolga, la Fría. La siguiente hermana es Blodughadda, la hermana de pelo rojo y sedienta de sangre. Su nombre representa la espuma roja del mar. A continuación viene Bara, que significa mota de espuma, significando el momento en que una ola golpea la orilla. Bylgja, que significa ola, o rompedora, es la siguiente, seguida de Hrǫnn, u ola naciente, y su gemela Hefring, ola ascendente. Por último están Unn, ola espumosa, y la más joven Himinglava, ola transparente.
El padre de Heimdall es Odín, jefe de la tribu de los Aesir. Cuenta la leyenda que el amor entre las nueve hermanas doncellas era inigualable. Su alianza era decidida. Por eso, cuando una de ellas decidió acostarse con Odín, en contra de los deseos de su padre Aegir (el dios del mar), las otras ocho hermanas se pusieron a su lado para encubrir su desafío.
En el poema Heimdalargaldr, el propio Heimdall dice que nació de nueve hermanas: – «Vástago de nueve madres soy, de nueve hermanas soy el hijo». Sin embargo, otros investigadores no están de acuerdo con la idea de que las madres de Heimdall fueran las hijas de Aegir, dada la falta de pruebas literarias encontradas en las fuentes antiguas y medievales. Pero en lo que sí coinciden la mayoría de los académicos es en el papel mítico de Heimdall en el inminente Ragnarök, donde se plantará valientemente en el campo de Vígríðr y hará sonar la funesta llamada de Gjallarhorn para señalar la llegada de los gigantes y los monstruos. Y en los consiguientes enfrentamientos, se predice que Loki y Heimdall se matarán mutuamente.
Otro mito relacionado con Heimdall pertenece al ya mencionado personaje Rígr, que se presenta como una sabia y poderosa entidad errante en el poema Rígsþula. Este vagabundo, que es Heimdall disfrazado, pasa tiempo con las parejas, les da consejos y deja a las esposas embarazadas para que den a luz a sus futuros vástagos. Uno de estos vástagos, a su vez, crece como un notable guerrero y toma el manto de Rígr, continuando así la tradición de la dotación de conocimiento a las sucesivas generaciones de humanos.
Atributos –
La capacidad de ver era un aspecto integral de Heimdall, hasta el punto de que los mitos dejan claro que el dios nórdico tenía la capacidad de ver a cientos de kilómetros a través de la noche y el día, y esto se complementaba con su capacidad auditiva que podía detectar la hierba que crecía en el suelo y la lana que crecía en las ovejas. En relación con este último atributo, un poema nórdico antiguo menciona que el hljóð de Heimdall está enterrado bajo el Yggdrasil, el poderoso árbol del centro del cosmos. Como afirma Norse-Mythology.org –
Un verso notoriamente enigmático de un poema nórdico antiguo afirma que el hljóð de Heimdall está escondido bajo el árbol del mundo Yggdrasil y está de alguna manera asociado con el ojo que Odín sacrificó. La palabra hljóð tiene una gran variedad de significados, y podría referirse igualmente a Gjallarhorn, al oído de Heimdall en un sentido abstracto, o a su oído representado de forma concreta como una oreja. ¿Sacrificó Heimdall una de sus orejas a cambio de una gran recompensa, como hizo Odín con uno de sus ojos? Simplemente no lo sabemos.
Además de su aptitud superlativa para ver y oír, Heimdall, en consonancia con su condición de guardián de Asgard, también tenía el poder de la previsión. En cierto sentido, el dios guardián vigilaba a los invasores no sólo en el plano físico, sino también en el plano del tiempo, aludiendo así a su destino aceptado durante los rigores del Ragnarök.