Objetivo: El objetivo de este estudio fue caracterizar la inervación de los músculos elevadores del ano femeninos humanos.
Diseño del estudio: Se realizaron disecciones detalladas de la inervación periférica de los músculos iliococcígeos, pubococcígeos, puborrectales y coccígeos en 12 cadáveres femeninos congelados en fresco (de 32 a 100 años de edad) con el uso de enfoques transabdominal, glúteo y perineal. Se siguieron tanto el nervio pudendo como las raíces nerviosas sacras que entran en la pelvis desde el lado cefálico, desde su origen en los forámenes sacros hasta su terminación. La inervación del suelo pélvico se describió con referencia a puntos de referencia óseos fijos, en particular el coxis, la espina isquiática y el pubis inferior. Se tomaron fotografías y se realizaron biopsias de los nervios para confirmar los hallazgos macroscópicos desde el punto de vista histológico. Las muestras de biopsia se tiñeron con tricrómico de Masson.
Resultados: En cada disección, un nervio se originaba en los forámenes S3 a S5 (S4 solo, 30%; de S3 y S4, 40%; de S4 y S5, 30%), cruzaba la superficie superior del músculo coccígeo (3,0 +/- 1.4 cm medial a la espina isquiática ), recorrió la superficie superior del músculo iliococcígeo inervándolo en su punto medio aproximado, y continuó para inervar los músculos pubococcígeo y puborrectal en su punto medio aproximado. El nervio pudendo se origina en los agujeros S2 a S4, sale de la pelvis a través del agujero ciático mayor, atraviesa el canal de Alcock y se ramifica para inervar el esfínter anal externo, el esfínter uretral externo, la musculatura perineal, el clítoris y la piel. A pesar de los intentos específicos de localizar las ramas pudendas al elevador del ano, no se pudo demostrar ninguna. Las muestras de biopsia del nervio que se obtuvieron en la disección macroscópica se confirmaron histológicamente.
Conclusión: Las disecciones macroscópicas sugieren que el músculo elevador del ano femenino no está inervado por el nervio pudendo, sino por una inervación que se origina en las raíces de los nervios sacros (S3-S5) que viaja por la superficie superior del suelo pélvico (nervio elevador del ano). Debido a que los estudios definitivos (por ejemplo, la transección del nervio o los estudios con neurotrazadores) no pueden realizarse en seres humanos, son necesarios más estudios que utilicen modelos animales adecuados para confirmar y ampliar nuestros hallazgos.